Hay tantas cosas que quisiera decir pero no lo hago, me trago todo lo que siento, pero todo tiene un límite y a veces las cosas se rebalsan. Aunque en mi caso, siempre es en soledad. Reconozco que le tengo envidia a mis compañeras, las escucho hablar de sus problemas, sus salidas, de sus vidas, y me encantaría aunque sea por un día poder vivir solo una décima parte de lo que ellas viven, de tener sus problemas. Yo no tengo vida, esa es la verdad, nunca la tuve y sé que nunca la tendré. Aunque suene que no quiero hacerme responsable de mis actos, siento que la culpa de lo que siento es de mis padres, por prohibirme todo, las amigas, los amigos, las salidas, todas esas cosas que los chicos hacen mientras crecen y que los ayudan ha ser parte de este mundo, porque yo me siento excluida y sola. ¿cómo comenzar una vida a los 27 años?, si no se ha vivido nada y ya no quedan fuerzas ni esperanzas. Estoy cansada de remar día a día ¿qué sentido tiene? Si todo sigue igual. No puedo evitar pensar que lo que “vivo” es como consecuencia de un castigo por haber nacido, siento que jamás debí haber nacido, lo curioso es que no pedí nacer y cada día que pasa solo deseo que sea el último.