Hace un tiempo, apareció en mi casa una gata embarazada. Desafortunadamente, ya tengo a mis gatos y mi perro, no puedo tener más animales. Por lo que me tuve que poner en campaña para buscarle un nuevo hogar a esa gatita. Lo primero que se me ocurrió es preguntar a mis compañeros de la universidad, si alguno la quería, la respuesta un rotundo no. En su mayoría tienen perros y al resto, no le gustan los gatos, pero una de ellas me aconsejo preguntar en las sociedades de protección animal de mi ciudad, si la podían albergar, la respuesta: no existe en Bahía blanca, un refugió para gatos. Lo cual es increíble, porque lamentablemente, existen cientos por no decir miles de gatos abandonados.
Por suerte, a la gatita la pude ubicar, pregunte en el local donde compro la comida para mis bichos si conocían a alguien que quisiera una gata, y me contaron que una señora andaba buscando una, porque tiene un patio muy grande y se le estaba llenando de ratas, por lo que la llevé para allí.